Nuevos conocimientos sobre el genoma del cáncer han llevado a muchas nuevas terapias dirigidas para el cáncer de mama avanzado. Este prometedor campo de tratamiento del cáncer identifica y ataca las células cancerosas de manera más efectiva. Aquí hay siete cosas que debe saber sobre este nuevo grupo de medicamentos de precisión.
1. ¿Qué son las terapias dirigidas?
Las terapias dirigidas utilizan información sobre sus genes y proteínas para prevenir, diagnosticar y tratar el cáncer. Las terapias apuntan a atacar células cancerosas específicas sin dañar las células sanas.
2. ¿En qué se diferencia la terapia dirigida de la quimioterapia estándar?
La quimioterapia estándar funciona al matar tanto las células cancerosas normales como las que se dividen rápidamente. Las terapias dirigidas están diseñadas para bloquear la propagación de objetivos moleculares asociados con el cáncer.
Las células cancerosas son diferentes de las células sanas. Las terapias dirigidas pueden detectar células cancerosas y luego destruir o impedir su crecimiento sin dañar las células no cancerosas. Este tipo de tratamiento se considera un tipo de quimioterapia, aunque funciona de manera diferente. Las terapias dirigidas también tienden a tener menos efectos secundarios que los medicamentos de quimioterapia estándar.
3. ¿Cómo se desarrollan las terapias dirigidas?
El primer paso para desarrollar una terapia dirigida es identificar marcadores moleculares que juegan un papel clave en el crecimiento y la supervivencia de las células cancerosas. Una vez que se identifica un marcador, se desarrolla una terapia que interfiere con la producción o la supervivencia de las células cancerosas. Esto se puede hacer reduciendo la actividad del marcador o evitando que se una a un receptor que normalmente activa.
4. ¿Cuáles son las terapias dirigidas aprobadas y cómo funcionan?
- Las terapias hormonales retrasan o detienen el crecimiento de tumores sensibles a las hormonas que requieren ciertas hormonas para crecer.
- Los inhibidores de la transducción de señales bloquean las actividades de las moléculas que participan en la transducción de señales, el proceso por el cual una célula responde a las señales de su entorno.
- Los moduladores de la expresión génica (GEM) modifican la función de las proteínas que juegan un papel en el control de la expresión génica.
- Los inductores de la apoptosis hacen que las células cancerosas sufran apoptosis, el proceso de muerte celular controlada.
- Los inhibidores de la angiogénesis bloquean el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, lo que restringe el suministro de sangre necesario para que crezcan los tumores.
- Las inmunoterapias activan el sistema inmunitario para destruir las células cancerosas.
- Los anticuerpos monoclonales (mAb o moAb) entregan moléculas tóxicas para atacar y matar células cancerosas específicas al comportarse como un imán para encontrarlas y bloquear su reproducción.
5. ¿Quién es candidato para la terapia dirigida?
Cuando la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. Aprueba una terapia específica en particular, definen las circunstancias específicas en las que se puede usar. También definen quién es adecuado para el tratamiento. En general, las terapias dirigidas se usan para tratar a las personas que tienen una mutación particular que el tratamiento puede detectar. Trabajan para destruir o inhibir las células cancerosas de esa mutación. La terapia dirigida también puede ser una opción para las personas cuyo cáncer no respondió a otras terapias, se diseminó o no es adecuado para la cirugía.
6. ¿Existen limitaciones de la terapia dirigida?
Las células cancerosas pueden volverse resistentes al mutar, de modo que la terapia dirigida ya no es efectiva. Si es así, el tumor puede encontrar una nueva vía para lograr un crecimiento que no dependa del objetivo. En algunos casos, el tratamiento dirigido puede funcionar mejor combinando dos terapias o medicamentos de quimioterapia más tradicionales.
7. ¿Cuáles son los efectos secundarios comunes de la terapia dirigida?
Los efectos secundarios más comunes de las terapias dirigidas incluyen:
- debilidad
- náusea
- vómitos
- Diarrea
- dolores de cabeza
- dificultad
- respiración
- erupciones
Otros efectos secundarios incluyen despigmentación del cabello, problemas con la coagulación de la sangre y la cicatrización de heridas, y presión arterial alta.