¿Qué es una esofagoscopia?
Una esofagoscopia consiste en insertar un dispositivo largo, estrecho, en forma de tubo con una luz y una cámara, conocida como endoscopio, en el esófago.
El esófago es un tubo muscular largo que ayuda a llevar alimentos y líquidos desde la boca hasta el estómago. Con un endoscopio, su médico examina su esófago en busca de anomalías o toma una muestra de tejido (biopsia) para analizar ciertas condiciones. Su médico también puede usar herramientas conectadas al endoscopio para realizar un tratamiento o cirugía.
Aprendamos sobre los tipos de esofagoscopia, por qué se usa y qué puede esperar antes, durante y después del procedimiento.
¿En qué se diferencia una esofagoscopia de una endoscopia?
Endoscopia es el nombre de cualquier procedimiento que incluye insertar un tubo con una luz y una cámara en su cuerpo para examinar los órganos internos y las cavidades. Algunos requieren que su médico haga pequeños cortes a través de la piel para poder insertar el tubo y cualquier herramienta quirúrgica.
La esofagoscopia es un tipo de endoscopia que no requiere incisiones. El endoscopio se inserta a través de la nariz o la boca hasta el esófago. Esto le permite a su médico ver el interior de su tracto gastrointestinal superior (GI). Esto incluye su esófago, estómago y el comienzo de su intestino delgado.
Se puede realizar una esofagoscopia junto con un examen físico o una ecografía. Esto ayuda a su médico a determinar su salud general o diagnosticar una afección.
¿Cuáles son los tipos de esofagoscopia?
Existen varios tipos de esofagoscopia:
Una esofagoscopia rígida consiste en insertar un tubo rígido e inflexible con la mano a través de la boca hasta el esófago. El tubo generalmente incluye un ocular, una luz y varias lentes para permitir que su médico vea dentro de su garganta. Este tipo puede ayudar a su médico a realizar procedimientos quirúrgicos menores dentro del esófago o diagnosticar ciertas afecciones, como el cáncer de esófago.
Una esofagoscopia flexible consiste en insertar un tubo delgado y flexible en el esófago. Pequeños cables eléctricos atraviesan el tubo del endoscopio para iluminar el esófago a través de un conjunto de fibras y enviar imágenes a un monitor.
Una esofagoscopia transnasal consiste en insertar un endoscopio a través de las fosas nasales, dentro de la cavidad nasal y por la parte posterior de la garganta hasta el esófago. Esto generalmente se considera el tipo menos invasivo. Se puede hacer rápidamente y generalmente no tiene que estar bajo anestesia.
¿Por qué se usa este procedimiento?
Se puede realizar una esofagoscopia como parte de un examen físico de rutina. También se puede hacer si tiene uno o más de los siguientes síntomas:
- náusea
- vómitos
- dificultad al tragar
- sensación constante de tener un nudo en la garganta (globo faríngeo)
- una tos a largo plazo que no desaparece
- acidez estomacal a largo plazo que no ha desaparecido con cambios en su dieta o tomando antiácidos
- ácido estomacal que sube por el esófago hacia la garganta (reflujo laringofaríngeo)
Una esofagoscopia se puede usar para:
- averiguar qué está causando síntomas anormales de garganta, estómago o intestino
- tomar una muestra de tejido (biopsia) para el diagnóstico de cáncer u otras afecciones, como disfagia o enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
- Retire cualquier colección grande de comida (conocida como bolo) u objeto extraño atorado en el esófago
- ver el interior de su tracto gastrointestinal superior durante la cirugía
También se puede usar con otros procedimientos de imágenes GI, como:
- gastroscopia para examinar su estómago
- enteroscopia para examinar su intestino delgado
- colonoscopia para examinar su intestino grueso
¿Cómo me preparo?
Puede prepararse para una esofagoscopia haciendo lo siguiente:
- No coma ni beba durante aproximadamente seis a ocho horas antes de la esofagoscopia. Esto despeja su estómago para que su médico pueda ver el interior de su tracto gastrointestinal superior con mayor facilidad. Todavía puede tomar líquidos claros, como agua, jugo, café o refrescos claros.
- Deje de tomar anticoagulantes, como warfarina (Coumadin) o aspirina. Esto disminuye su riesgo de sangrado en caso de que su médico necesite tomar una muestra de tejido o realizar una cirugía.
- Asegúrese de que su médico sepa sobre cualquier otro medicamento que esté tomando. Incluya suplementos dietéticos o vitaminas.
- Haga que un amigo o familiar lo conduzca o lo acompañe hacia y desde el procedimiento. Esto asegurará que llegue a casa de manera segura. Si está realizando el procedimiento sin sedantes o anestesia, puede conducir de regreso a casa por su cuenta.
¿Cómo se hace este procedimiento?
Los procedimientos de esofagoscopia pueden variar según su tipo.
El procedimiento puede tomar desde aproximadamente media hora hasta hasta tres horas. En muchos casos, es un procedimiento ambulatorio, por lo que puede irse a casa el mismo día.
Para realizar el procedimiento, su médico hace lo siguiente:
- Utiliza anestesia a través de un tubo intravenoso (IV) para mantenerte dormido o aplica una sustancia, como la lidocaína, para adormecer tu nariz o garganta para que el endoscopio no se sienta incómodo.
- Inserta el endoscopio lenta y suavemente por la boca o la nariz hasta la garganta.
- Mira a través de un ocular o una pantalla que proyecta imágenes del endoscopio para ver el interior del esófago. Su médico también puede inyectar una pequeña cantidad de aire para abrir el esófago para facilitar la visualización.
- Utiliza herramientas, como fórceps o un tubo de succión hueco, para tomar una muestra de tejido, extraer una masa o aspirar cualquier bloqueo en el esófago.
- Realiza los procedimientos necesarios para tratar afecciones esofágicas. Esto puede incluir:
- inyecciones para reducir el tamaño de las venas (o varices) o ayudar a tragar
- tratamiento con láser o calor para eliminar tejido canceroso
- atar las venas con bandas para evitar que sangren
¿Hay algún riesgo asociado con este procedimiento?
Una esofagoscopia se considera altamente segura con solo riesgos menores. La mayoría de las complicaciones son temporales y sanan rápidamente.
Los posibles riesgos incluyen:
- dolor de garganta, molestias o dolor
- voz ronca
- dificultad menor para tragar durante unos días
- irritación, lesión o desgarro (perforación) del tejido del esófago
- aire atrapado debajo de la piel (enfisema quirúrgico subcutáneo)
- hemorragia interna (hemorragia)
- infección
- fiebre
¿Cómo es la recuperación?
Algunas cosas a tener en cuenta después de este procedimiento:
- Es probable que se sienta cansado o incómodo después del procedimiento, especialmente si le dieron anestesia. Los efectos de la anestesia generalmente desaparecen después de un día.
- Deberá permanecer en el hospital durante 30 minutos hasta unas pocas horas para que su médico pueda controlar su condición y sus signos vitales, como su ritmo cardíaco y su respiración, hasta que sienta que está listo para Vete a casa. En este punto, asegúrese de que alguien pueda llevarlo o acompañarlo a su casa.
- Es normal sentir algo de somnolencia, calambres abdominales o hinchazón, y dolor o dolor de garganta durante algunas horas o días después.
- El dolor y la incomodidad del procedimiento deberían mejorar gradualmente. Si no lo hacen, consulte a su médico de inmediato para asegurarse de que no experimente ninguna complicación.
Busque atención médica de emergencia si tiene alguno de los siguientes síntomas:
- dolor o molestias que empeoran con el tiempo
- vomitar o defecar sangre
- respiración dificultosa
- dolor en el pecho
- fiebre
¿Cuál es la perspectiva para este procedimiento?
Una esofagoscopia es un procedimiento muy seguro. El pronóstico depende de lo que su médico esté investigando o tratando durante el procedimiento. Es posible que reciba los resultados de inmediato o que tenga que esperar unos días para que un laboratorio analice las muestras de tejido. Pregúntele a su médico cuándo estarán disponibles sus resultados.