Cuando estás enfermo, puedes quedarte dormitando en la cama o en el sofá todo el día. Puede ser frustrante, pero es normal sentirse cansado y letárgico cuando está enfermo.
De hecho, dormir cuando estás enfermo es esencial. Es una forma en que su cuerpo le dice que disminuya la velocidad y descanse, para que pueda recuperarse.
Siga leyendo para obtener más información sobre cómo el sueño estimula su sistema inmunológico y cómo puede descansar bien por la noche, incluso con tos o congestión nasal.
¿Por qué tienes sueño cuando estás enfermo?
El sueño le da a su cuerpo tiempo para repararse, lo que necesita cuando está enfermo. Cuando tienes sueño, te obliga a reducir la velocidad y darle a tu cuerpo el tiempo que necesita para sanar.
También hay ciertos procesos inmunes que tienen lugar mientras duermes que pueden reforzar la capacidad de tu cuerpo para combatir una enfermedad. Si tiene sueño cuando se siente bajo el clima, puede ser la forma en que su cuerpo intenta dejar que esos procesos se activen.
Combatir una enfermedad también requiere mucha energía, lo que puede hacerte sentir cansado y sin energía.
¿Cuáles son los beneficios del sueño cuando estás enfermo?
La mayoría de los beneficios del sueño cuando está enfermo están relacionados con ayudar a su sistema inmunológico a hacer su trabajo y combatir su enfermedad. Esto sucede de diferentes maneras.
Primero, las citocinas, que son un tipo de proteína en su sistema inmune que ataca las infecciones, se producen y liberan durante el sueño. Esto significa que dormir ayuda a reactivar su respuesta inmune a su enfermedad.
Su cuerpo también tiene una mejor respuesta a la fiebre, que es otra forma de combatir las infecciones, mientras duerme.
Su sistema inmunitario también necesita energía para funcionar. Cuando está despierto, su cuerpo necesita dirigir la energía hacia actividades como pensar o moverse. Si está durmiendo, su cuerpo puede redirigir esa energía a su sistema inmunitario para que pueda mejorar lo más rápido posible.
Estar cansado también significa que es menos probable que salgas e infectes a otros mientras estás enfermo.
La falta de energía también puede ayudarlo a mantenerse a salvo. Debido a que su sistema inmunitario está ocupado luchando contra la infección que tiene, no lucha tan bien contra nuevas enfermedades potenciales. Por lo tanto, sentirse cansado puede evitar que salga y se exponga a otros gérmenes y enfermedades.
Y dado que las investigaciones sugieren que la falta de sueño puede hacerlo más susceptible a enfermarse, quedarse adentro y dormir más tiene un efecto positivo aún más fuerte en su salud.
¿Cuánto sueño es demasiado?
Si duermes mucho cuando tienes un resfriado, gripe o fiebre, es porque tu cuerpo necesita el resto. Dormir más de lo normal está ayudando a su cuerpo a desarrollar su sistema inmunológico y a combatir su enfermedad.
Si te encuentras durmiendo todo el día cuando estás enfermo, especialmente durante los primeros días de tu enfermedad, no te preocupes. Mientras se despierte para beber agua y comer alimentos nutritivos de vez en cuando, deje que su cuerpo descanse todo lo que necesita.
Sin embargo, si su resfriado, gripe o enfermedad no parece mejorar con el tiempo, incluso con mucho descanso, asegúrese de hacer un seguimiento con su médico.
Además, si su enfermedad mejora, pero aún está agotado o letárgico, es una buena idea consultar a su médico para determinar la causa.
Consejos para dormir bien cuando estás enfermo
Aunque estar enfermo puede cansarlo, puede ser difícil dormir bien cuando no se siente bien o tiene la nariz tapada o tos persistente. En muchos casos, los síntomas tienden a empeorar más tarde en el día, lo que puede dificultar aún más el sueño.
Si tiene dificultades para dormir, pruebe algunos de estos consejos:
Consejos para dormir cuando estás enfermo
- Duerme con la cabeza apoyada. Esto ayuda a drenar sus conductos nasales y reduce la presión en su cabeza. Simplemente no levantes la cabeza tan alto que te duela el cuello.
- Evite los medicamentos para el resfriado, incluida la mayoría de los descongestionantes, que pueden mantenerlo despierto en las horas antes de acostarse. En cambio, use un medicamento para el resfriado hecho específicamente para la noche.
- Tome una ducha o baño caliente antes de acostarse. Esto puede ayudarlo a relajarse y también a romper la mucosidad para que pueda respirar más fácilmente.
- Use un humidificador en su habitación para ayudar a prevenir las vías respiratorias congestionadas y congestionadas.
- Intenta beber una taza de té de manzanilla para relajarte y sentirte somnoliento. Agregue limón o miel para calmar su garganta. Solo asegúrese de terminar de tomar su té al menos una hora antes de acostarse para no despertarse para ir al baño.
- Si te despiertas en medio de la noche, responde rápidamente a lo que sea que te haya despertado. Sonarse la nariz, beber agua o hacer lo que sea necesario para volver a dormir más fácilmente.
- Asegúrese de que su habitación esté preparada para un sueño óptimo. Debe ser fresco, oscuro y tranquilo.
- Si no puede dormir lo suficiente por la noche, intente tomar una siesta. Mantener la siesta por 30 minutos a la vez puede ayudarlo a dormir más fácilmente por la noche.
La línea de fondo
Dormir cuando estás enfermo es esencial para tu recuperación. El sueño ayuda a fortalecer su sistema inmunológico, por lo que puede combatir su enfermedad de manera más efectiva.
Su cuerpo sabe lo que necesita, así que no se preocupe si se encuentra durmiendo mucho cuando está enfermo, especialmente en los primeros días.
Si descubre que todavía está exhausto y duerme mucho más de lo normal después de haberse recuperado de su enfermedad, asegúrese de hacer un seguimiento con su médico para averiguar qué podría estar causándole somnolencia.