El quiasma óptico o quiasma óptico es un espacio en forma de X, ubicado en el cerebro anterior, directamente en frente del hipotálamo. Cruciales para la visión, los nervios ópticos izquierdo y derecho se cruzan en el quiasma, creando así la característica forma de X. La mitad de los axones de cada nervio (sus porciones largas y en forma de hilo) ingresan al tracto opuesto en esta ubicación, lo que lo convierte en una decusación parcial (cruce).
Si bien es raro, los gliomas ópticos (tumores) pueden crecer dentro del quiasma o en combinación con tumores hipotalámicos. Los gliomas pueden afectar directamente los nervios ópticos.
Los síntomas del glioma óptico, benignos (no cancerosos) y que suelen aparecer antes de los 20 años, pueden incluir:
- Ojos saltones o pérdida de visión
- Entrecerrar los ojos o movimientos involuntarios de los ojos.
- Presión intracraneal elevada (presión dentro del cráneo)
- Pérdida de apetito y reducción de grasa como parte del síndrome diencefálico, una condición rara (generalmente causada por un tumor en el diencéfalo del cerebro) donde una persona no aumenta de peso, independientemente de la alimentación y el desarrollo normales
Después de un diagnóstico preliminar, se puede realizar una angiografía cerebral o una biopsia. Una angiografía implica el uso de rayos X para ver los vasos que han sido inyectados con tinte. Una biopsia es una muestra de tejido que se utilizará para pruebas de laboratorio. Se puede realizar una tomografía computarizada de la cabeza para confirmar la ubicación y el tamaño del glioma. Las pruebas de campo visual (prueba de las habilidades del ojo) pueden ayudar a determinar si el tumor se ha diseminado más profundamente en el cerebro. Las opciones de tratamiento incluyen: quimioterapia, corticosteroides o radiación. En algunos casos, se puede requerir cirugía para extraer el glioma del quiasma óptico.