¿Hay una diferencia?
La anorexia y la bulimia son trastornos alimenticios. Pueden tener síntomas similares, como una imagen corporal distorsionada. Sin embargo, se caracterizan por diferentes comportamientos relacionados con los alimentos.
Por ejemplo, las personas que tienen anorexia reducen severamente su consumo de alimentos para perder peso. Las personas que tienen bulimia comen una cantidad excesiva de alimentos en un corto período de tiempo, luego purgan o usan otros métodos para prevenir el aumento de peso.
Aunque los trastornos alimentarios no son específicos de la edad o el género, las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por ellos. Alrededor del 1 por ciento de todas las mujeres estadounidenses desarrollarán anorexia, y el 1.5 por ciento desarrollará bulimia, según la Asociación Nacional de Anorexia Nerviosa y Trastornos Asociados (ANAD).
En general, ANAD estima que al menos 30 millones de estadounidenses viven con un trastorno alimentario como la anorexia o la bulimia.
Siga leyendo para obtener más información sobre cómo se presentan estas afecciones, cómo se diagnostican, las opciones de tratamiento disponibles y más.
Cuales son los signos y síntomas?
Los trastornos alimentarios generalmente se caracterizan por una intensa preocupación por la comida. Muchas personas que tienen un trastorno alimentario también expresan insatisfacción con su imagen corporal.
Otros síntomas a menudo son específicos de la condición individual.
Anorexia
La anorexia a menudo proviene de una imagen corporal distorsionada, que puede ser el resultado de un trauma emocional, depresión o ansiedad. Algunas personas pueden ver la dieta extrema o la pérdida de peso como una forma de recuperar el control de sus vidas.
Hay muchos síntomas emocionales, conductuales y físicos diferentes que pueden indicar anorexia.
Los síntomas físicos pueden ser graves y potencialmente mortales. Incluyen:
- pérdida de peso severa
- insomnio
- deshidración
- estreñimiento
- debilidad y fatiga
- mareos y desmayos
- adelgazamiento y rotura del cabello
- tinte azulado en los dedos
- piel seca y amarillenta
- incapacidad para tolerar el frío
- amenorrea o ausencia de menstruación
- vello suave en el cuerpo, brazos y cara
- arritmia o latidos cardíacos irregulares
Alguien con anorexia puede exhibir ciertos cambios de comportamiento antes de que los síntomas físicos sean notables. Esto incluye:
- saltarse las comidas
- mintiendo sobre la cantidad de comida que han comido
- comer solo ciertos alimentos “seguros”, generalmente bajos en calorías
- adoptar hábitos alimenticios inusuales, como clasificar los alimentos en el plato o cortar los alimentos en trozos pequeños
- hablando mal de su cuerpo
- tratando de esconder su cuerpo con ropa holgada
- Evitar situaciones que podrían implicar comer frente a otras personas, lo que puede resultar en retraimiento social
- evitando situaciones en las que se revele su cuerpo, como la playa
- ejercicio extremo, que puede tomar la forma de hacer ejercicio durante demasiado tiempo o demasiado intenso, como un trote de una hora después de comer una ensalada
Los síntomas emocionales de la anorexia pueden aumentar a medida que progresa el trastorno. Incluyen:
- pobre autoestima e imagen corporal
- irritabilidad, agitación u otros cambios de humor
- aislamiento social
- depresión
- ansiedad
Bulimia
Una persona con bulimia puede desarrollar una relación poco saludable con la comida con el tiempo. Pueden quedar atrapados en ciclos dañinos de atracones y luego entrar en pánico por las calorías que han consumido. Esto puede conducir a comportamientos extremos para prevenir el aumento de peso.
Hay dos tipos diferentes de bulimia. Los intentos de purga se utilizan para diferenciarlos. La nueva edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) ahora se refiere a los intentos de purga como "comportamientos compensatorios inapropiados":
- Purga de bulimia. Alguien con este tipo inducirá regularmente vómitos después de los atracones. También pueden usar mal los diuréticos, laxantes o enemas.
- Bulimia sin purga. En lugar de purgarse, alguien con este tipo puede ayunar o hacer ejercicio extremo para evitar el aumento de peso después de un atracón.
Muchas personas con bulimia experimentarán ansiedad porque su comportamiento alimenticio está fuera de control.
Al igual que con la anorexia, hay muchos síntomas emocionales, conductuales y físicos diferentes que pueden indicar bulimia.
Los síntomas físicos pueden ser graves y potencialmente mortales. Incluyen:
- peso que aumenta y disminuye en cantidades significativas, entre 5 y 20 libras en una semana
- labios agrietados o agrietados debido a la deshidratación
- ojos inyectados en sangre u ojos con vasos sanguíneos rotos
- callos, llagas o cicatrices en los nudillos que provocan vómitos
- sensibilidad bucal, probablemente debido a la erosión del esmalte dental y el retroceso de las encías
- ganglios linfáticos inflamados
Alguien con bulimia puede exhibir ciertos cambios de comportamiento antes de que los síntomas físicos sean notables. Esto incluye:
- preocuparse constantemente por el peso o la apariencia
- comer hasta el punto de incomodidad
- ir al baño inmediatamente después de comer
- hacer demasiado ejercicio, especialmente después de haber comido mucho de una vez
- restringir las calorías o evitar ciertos alimentos
- no querer comer delante de los demás
Los síntomas emocionales pueden aumentar a medida que progresa el trastorno. Incluyen:
- pobre autoestima e imagen corporal
- irritabilidad, agitación u otros cambios de humor
- aislamiento social
- depresión
- ansiedad
¿Qué causa un trastorno alimentario como estos?
No está claro qué causa el desarrollo de anorexia o bulimia. Muchos expertos médicos creen que puede deberse a una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales complejos.
Éstos incluyen:
- Genética. Según un estudio de 2011, es más probable que desarrolle un trastorno alimentario si tiene un familiar que lo tiene. Esto puede deberse a una predisposición genética a los rasgos asociados con los trastornos alimentarios, como el perfeccionismo. Se necesita más investigación para determinar si realmente existe un vínculo genético.
- El bienestar emocional. Las personas que han sufrido traumas o tienen problemas de salud mental, como ansiedad o depresión, pueden ser más propensas a desarrollar un trastorno alimentario. Los sentimientos de estrés y baja autoestima también pueden contribuir a estos comportamientos.
- Presiones sociales. El ideal occidental actual de imagen corporal, autoestima y éxito equiparados con delgadez puede perpetuar el deseo de lograr este tipo de cuerpo. Esto se puede enfatizar aún más por la presión de los medios y los compañeros.
¿Cómo se diagnostican los trastornos alimentarios?
Si su médico sospecha que tiene un trastorno alimentario, le realizarán varias pruebas para ayudarlo a hacer un diagnóstico. Estas pruebas también pueden evaluar cualquier complicación relacionada.
El primer paso será un examen físico. Su médico lo pesará para determinar su índice de masa corporal (IMC). Probablemente mirarán su historial pasado para ver cómo su peso ha fluctuado con el tiempo. Es probable que su médico le pregunte sobre sus hábitos alimenticios y de ejercicio. También pueden pedirle que complete un cuestionario de salud mental.
En esta etapa, es probable que su médico ordene pruebas de laboratorio. Esto puede ayudar a descartar otras causas de pérdida de peso. También puede controlar su salud general para asegurarse de que no se hayan producido complicaciones como resultado de un posible trastorno alimentario.
Si las pruebas no revelan otras causas médicas para sus síntomas, su médico puede derivarlo a un terapeuta para recibir tratamiento ambulatorio. También pueden derivarlo a un nutricionista para que lo ayude a recuperar su dieta.
Si se han producido complicaciones graves, su médico puede recomendarle que reciba tratamiento hospitalario. Esto le permitirá a su médico u otro profesional médico controlar su progreso. También pueden observar signos de complicaciones adicionales.
En cualquier caso, su terapeuta puede ser el que realmente diagnostique un trastorno alimentario específico después de hablar sobre su relación con la comida y el peso.
Criterios de diagnóstico
Existen diferentes criterios que el DSM-5 utiliza para diagnosticar la anorexia o la bulimia.
Los criterios necesarios para diagnosticar la anorexia son:
- restringir la ingesta de alimentos para mantener un peso por debajo del peso promedio para su edad, estatura y constitución general
- miedo intenso a aumentar de peso o engordar
- conectando su peso con su valor u otras percepciones distorsionadas sobre la imagen corporal
Los criterios necesarios para diagnosticar la bulimia son:
- episodios recurrentes de atracones
- comportamientos compensatorios inapropiados recurrentes, como ejercicio excesivo, vómitos autoinducidos, ayuno o uso indebido de laxantes, para prevenir el aumento de peso
- Comportamientos compulsivos e inapropiados de compensación, ambos ocurriendo un promedio de al menos una vez por semana, durante al menos tres meses
- conectando su peso con su valor u otras percepciones distorsionadas sobre la imagen corporal
¿Qué opciones de tratamiento hay disponibles?
No existe una cura rápida para un trastorno alimentario. Pero hay varios tratamientos disponibles para tratar tanto la anorexia como la bulimia.
Su médico puede recomendar una combinación de terapias de conversación, medicamentos recetados y rehabilitación para tratar cualquiera de las afecciones.
El objetivo general del tratamiento es:
- abordar la causa subyacente de la afección
- Mejora tu relación con la comida
- modificar cualquier comportamiento no saludable
Medicamento
Según un estudio de 2005, la medicación ha demostrado poca eficacia para el tratamiento de la anorexia.
Sin embargo, de los pocos ensayos realizados, hay evidencia que sugiere que:
- La olanzapina (Zyprexa) puede estimular el apetito y fomentar la alimentación.
- Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) antidepresivos, como la fluoxetina (Prozac) y la sertralina (Zoloft), pueden ayudar a tratar la depresión y el TOC, que podrían ser un efecto secundario o incluso causar el trastorno alimentario.
Las opciones medicinales para la bulimia parecen ser un poco más prometedoras. El estudio de 2005 indica que varios medicamentos pueden ser efectivos para tratar este trastorno.
Incluyen:
- Los ISRS como la fluoxetina (Prozac) pueden ayudar a tratar la depresión subyacente, la ansiedad o el TOC y reducir los ciclos de purga compulsiva.
- Los inhibidores de la monoaminooxidasa como la buspirona (Buspar) pueden ayudar a disminuir la ansiedad y reducir los ciclos de purga compulsiva.
- Los antidepresivos tricíclicos como la imipramina (Tofranil) y la desipramina (Norpramin) pueden ayudar a reducir los ciclos de purga compulsiva.
- Los medicamentos antieméticos como el ondansetrón (Zofran) pueden ayudar a reducir la purga.
Terapia
La terapia cognitiva conductual (TCC) utiliza una combinación de terapia de conversación y técnicas de modificación del comportamiento. Puede implicar abordar traumas pasados, lo que podría haber causado la necesidad de control o baja autoestima. La TCC también puede implicar cuestionar sus motivaciones para la pérdida de peso extrema. Su terapeuta también lo ayudará a desarrollar formas prácticas y saludables de lidiar con sus desencadenantes.
La terapia familiar puede recomendarse para adolescentes y niños. Su objetivo es mejorar la comunicación entre usted y sus padres, así como enseñarles a sus padres cómo apoyarlo mejor en su recuperación.
Su terapeuta o médico también puede recomendar grupos de apoyo. En estos grupos, puede hablar con otras personas que han experimentado trastornos alimenticios. Esto puede proporcionarle una comunidad de personas que entienden su experiencia y pueden ofrecerle información útil.
Paciente ambulatorio versus paciente hospitalizado
Los trastornos alimentarios se tratan tanto en pacientes ambulatorios como en pacientes hospitalizados.
Para muchos, el tratamiento ambulatorio es el enfoque preferido. Verá a su médico, terapeuta y nutricionista regularmente, pero puede reanudar su vida diaria. No tendrá que perderse cantidades importantes de trabajo o escuela. Puedes dormir en la comodidad de tu hogar.
A veces, se requiere tratamiento hospitalario. En estos casos, lo hospitalizarán o lo colocarán en un programa de tratamiento en vivo diseñado para ayudarle a superar su trastorno.
El tratamiento hospitalario puede ser necesario si:
- No ha cumplido con el tratamiento ambulatorio.
- El tratamiento ambulatorio no ha sido efectivo.
- Muestra signos de uso excesivo de píldoras de dieta, laxantes o diuréticos.
- Su peso es menor o igual al 70 por ciento de su peso corporal saludable, lo que lo pone en riesgo de complicaciones graves.
- Estás experimentando depresión o ansiedad severa.
- Estás demostrando comportamientos suicidas.
¿Son posibles las complicaciones?
Si no se trata, la anorexia y la bulimia pueden provocar complicaciones potencialmente mortales.
Anorexia
Con el tiempo, la anorexia puede causar:
- anemia
- desequilibrio electrolítico
- arritmia
- pérdida de hueso
- insuficiencia renal
- insuficiencia cardiaca
En casos severos, puede ocurrir la muerte. Esto es posible incluso si aún no tiene bajo peso. Puede ser el resultado de una arritmia o un desequilibrio de electrolitos.
Bulimia
Con el tiempo, la bulimia puede causar:
- caries dental
- esófago inflamado o dañado
- glándulas inflamadas cerca de las mejillas
- úlceras
- pancreatitis
- arritmia
- insuficiencia renal
- insuficiencia cardiaca
En casos severos, puede ocurrir la muerte. Esto es posible incluso si no tiene bajo peso. Puede ser el resultado de arritmia o insuficiencia orgánica.
¿Cuál es la perspectiva?
Los trastornos alimentarios pueden tratarse mediante una combinación de modificaciones de comportamiento, terapia y medicamentos. La recuperación es un proceso continuo.
Debido a que los trastornos alimentarios giran en torno a los alimentos, lo cual es imposible de evitar, la recuperación puede ser difícil. La recaída es posible.
Su terapeuta puede recomendar citas de "mantenimiento" cada pocos meses. Estas citas pueden ayudar a reducir su riesgo de recaída y ayudarlo a mantenerse en el camino de su plan de tratamiento. También le permiten a su terapeuta o médico ajustar el tratamiento según sea necesario.
Cómo apoyar a un ser querido
Puede ser difícil para amigos y familiares acercarse a alguien que aman con un trastorno alimentario. Es posible que no sepan qué decir o que se preocupen por aislar a la persona.
Sin embargo, si notas que alguien a quien amas muestra signos de un trastorno alimentario, habla. A veces, las personas con trastornos alimentarios tienen miedo o no pueden pedir ayuda, por lo que deberá extender la rama de olivo.
Al acercarse a un ser querido, debe:
- Elija un lugar privado donde ambos puedan hablar abiertamente sin distracciones.
- Elija un momento en que ninguno de ustedes será apresurado.
- Ven de un lugar amoroso en lugar de uno acusatorio.
- Explica por qué te preocupa, sin juzgar ni criticar. Si es posible, refiérase a situaciones específicas y explique por qué causó preocupación.
- Comparta que los ama y que quiere ayudar como ellos lo necesiten.
- Prepárate para alguna negación, defensa o resistencia. Algunas personas pueden enojarse y arremeter. Si este es el caso, trate de mantener la calma y la concentración.
- Sé paciente y hazles saber que si no quieren ayuda ahora, estarás allí si algo cambia.
- Entre en la conversación conociendo algunas soluciones, pero no las sugiera de inmediato. Solo comparta recursos si están abiertos a dar los siguientes pasos.
- Anímalos a buscar ayuda. Ofrezca ayudarlos a encontrar un terapeuta o ir con ellos al médico si tienen miedo. Una visita al médico es crucial para ayudar a alguien con un trastorno alimentario a encaminarse y asegurarse de que estén recibiendo el tratamiento que necesitan.
- Concéntrese en sus sentimientos en lugar de las descripciones físicas.
También hay algunas cosas que debes evitar hacer:
- No hagas comentarios sobre su apariencia, especialmente en lo que se refiere al peso.
- No avergüences a alguien sobre su posible trastorno. Para evitar esto, use las declaraciones "yo" como "me preocupo por usted" en lugar de las declaraciones "usted" como "se está enfermando sin razón".
- No brinde consejos médicos que no está preparado para dar. Decir cosas como "Tu vida es genial, no tienes motivos para estar deprimido" o "Eres hermosa, no necesitas perder peso", no hagas nada para resolver el problema.
- No intentes forzar a alguien a un tratamiento. Los ultimátums y la presión adicional no funcionan. A menos que sea padre de un menor, no puede obligar a alguien a recibir tratamiento. Al hacerlo, solo tensará la relación y le quitará una base de apoyo cuando más lo necesiten.
Si eres menor de edad y tienes un amigo que crees que tiene un trastorno alimentario, puedes acudir a sus padres para expresarles tu preocupación. A veces, los compañeros pueden captar cosas que los padres no ven o ver comportamientos que les ocultan a sus padres. Sus padres pueden conseguirle a su amigo la ayuda que necesitan.
Para obtener ayuda, comuníquese con la línea de ayuda de la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación al 800-931-2237. Para soporte las 24 horas, envíe un mensaje de texto con la palabra "NEDA" al 741741.