Hablando Con Tus Hijos Sobre Tu Depresión

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Vídeo: Mi hijo tiene depresión! (Cómo lo ayudo?) 2024, Noviembre
Anonim

Sientes que tu mundo se está cerrando y todo lo que quieres hacer es retirarte a tu habitación. Sin embargo, sus hijos no se dan cuenta de que tiene una enfermedad mental y necesita tiempo libre. Todo lo que ven es un padre que actúa de manera diferente, les ataca más de lo habitual y ya no quiere jugar con ellos.

La depresión a veces es difícil de entender para los niños. Discutirlo con sus hijos puede ser un esfuerzo complicado. Pero revelar su condición abiertamente, de una manera reflexiva, sensible y apropiada para su edad, puede hacer que sea más fácil para sus hijos hacer frente la próxima vez que llegue un episodio.

Aquí hay 10 consejos para hablar con sus hijos sobre la depresión.

1. Sitúate primero

Solo una vez que haya tomado medidas para comprender y tratar su afección puede explicárselo a sus hijos. Si aún no ha visto a un psicólogo, psiquiatra o terapeuta, considere hacerlo. Hablar con un terapeuta puede ayudarlo a descubrir qué puede estar contribuyendo a su depresión. También hable con su médico acerca de comenzar un plan de tratamiento integral. Luego puede decirle a sus hijos que ya está tomando medidas para sentirse mejor.

2. Haz que la conversación sea apropiada para la edad

Explicar qué es la depresión para un niño pequeño puede ser difícil, pero no es imposible. La forma en que aborda el tema debe basarse en la etapa de desarrollo de su hijo.

Con niños muy pequeños, hable en un lenguaje simple y use ejemplos para describir cómo se siente. Por ejemplo, podrías decir: “¿Sabes cómo te pones realmente triste cuando tu amiga no te invitó a su fiesta? Bueno, a veces mami se siente triste así, y la sensación dura unos días. Es por eso que no sonrío mucho o no quiero jugar.

Para cuando los niños lleguen a la escuela intermedia, puede comenzar a introducir conceptos como depresión y ansiedad, sin entrar en demasiados detalles sobre sus batallas diarias o los medicamentos que toma. Sin embargo, anime a sus hijos a hacer preguntas sobre cualquier cosa que no entiendan completamente.

Cuando hables con niños de secundaria, puedes ser más directo. Digamos que a veces te deprimes o te pones ansioso, y describe cómo te hace sentir. También puede entrar en más detalles sobre su plan de tratamiento.

3. Conoce a tu audiencia

La forma en que los niños absorben la información varía. Algunos niños aprenden más efectivamente mientras juegan. Algunos aprenden mejor con ayudas visuales o representaciones. Otros se sienten más cómodos teniendo una discusión directa sin distracciones. Adapte el enfoque que utiliza a lo que mejor se adapte a la capacidad y preferencia de aprendizaje de su hijo. Esto puede marcar una gran diferencia en su capacidad para comprender su depresión.

4. Sé honesto

No siempre es fácil hablar sobre su propia salud mental, especialmente con sus hijos. Sin embargo, encubrir la verdad puede ser contraproducente para ti. Cuando los niños no conocen tu historia completa, a veces llenan los huecos ellos mismos. Su versión de su situación podría ser mucho más aterradora que la realidad.

Está bien decirles a sus hijos cuando no sabe la respuesta a sus preguntas. También es aceptable decir que no mejorará de la noche a la mañana. Es posible que tenga algunos altibajos mientras trata de recuperarse. Intenta ser tan abierto con ellos como puedas.

5. Mantenga la rutina familiar

Durante los episodios depresivos, es posible que le resulte imposible cumplir con su horario normal. Pero haz tu mejor esfuerzo para mantener a la familia en una rutina. Los niños pequeños pueden sentir cuando algo anda mal. Tener una rutina en su lugar puede ayudar a compensar el desequilibrio y evitar que sus hijos sientan su malestar. Planifique comidas regulares donde todos se reúnan alrededor de la mesa para hablar y reserve tiempo para actividades familiares como ver películas o jugar juegos de mesa.

6. Calma sus miedos

Cuando los niños se enfrentan a una enfermedad, física o mental, es normal que tengan miedo. Pueden preguntar: "¿Te mejorarás?" o '¿Vas a morir?' Asegúreles que la depresión no es fatal y que con el tratamiento adecuado debería comenzar a sentirse mejor. Además, deje en claro a sus hijos que no tienen la culpa de cómo se siente.

7. Déjelos absorber las noticias

Cuando los niños reciben noticias inesperadas y perturbadoras, necesitan tiempo para procesarlas. Dales tiempo para pensar en lo que les has dicho.

Una vez que hayan tenido unas pocas horas o días con la información, probablemente le responderán con preguntas. Si al principio no tienen mucho que decir y no ha recibido noticias suyas en unos días, consulte con ellos para asegurarse de que estén bien.

8. Comparte tu estrategia de tratamiento

Una enfermedad tan abierta como la depresión puede ser difícil de entender para los niños. Hágales saber a sus hijos que está viendo a un médico y recibiendo tratamiento. Si aún no tiene un plan de tratamiento, asegúrese de que va a crear uno con la ayuda de su médico. Saber que está tomando medidas concretas para abordar su depresión los tranquilizará.

9. Tener un plan de respaldo

Puede haber ocasiones en las que no sientas ganas de ser padre. Dígales a sus hijos cómo les hará saber cuando llegue un episodio. Haga que alguien en cubierta le brinde cobertura, como su cónyuge, un abuelo o un vecino.

10. Pide ayuda

¿No está seguro de cómo hablar con sus hijos sobre su depresión? Pídale a su psicólogo o terapeuta familiar que lo ayude a comenzar la conversación.

Si sus hijos tienen problemas para lidiar con su depresión, haga una cita para ver a un psicólogo infantil. O bien, obtenga consejos de un maestro de confianza o de su pediatra.

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