Síndrome De Realimentación: Definición, Tratamiento, Riesgos Y Más

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¿Qué es el síndrome de realimentación?

La realimentación es el proceso de reintroducir alimentos después de la desnutrición o el hambre. El síndrome de realimentación es una afección grave y potencialmente mortal que puede ocurrir durante la realimentación. Es causado por cambios repentinos en los electrolitos que ayudan a su cuerpo a metabolizar los alimentos.

La incidencia del síndrome de realimentación es difícil de determinar, ya que no existe una definición estándar. El síndrome de realimentación puede afectar a cualquiera. Sin embargo, generalmente sigue un período de:

  • desnutrición
  • rápido
  • dieta extrema
  • hambruna
  • inanición

Ciertas condiciones pueden aumentar su riesgo de esta afección, que incluyen:

  • anorexia
  • trastorno por consumo de alcohol
  • cáncer
  • dificultad para tragar (disfagia)

Ciertas cirugías también pueden aumentar su riesgo.

¿Por qué ocurre?

La privación de alimentos cambia la forma en que su cuerpo metaboliza los nutrientes. Por ejemplo, la insulina es una hormona que descompone la glucosa (azúcar) de los carbohidratos. Cuando el consumo de carbohidratos se reduce significativamente, la secreción de insulina disminuye.

En ausencia de carbohidratos, el cuerpo recurre a las grasas y proteínas almacenadas como fuentes de energía. Con el tiempo, este cambio puede agotar las reservas de electrolitos. El fosfato, un electrolito que ayuda a las células a convertir la glucosa en energía, a menudo se ve afectado.

Cuando se reintroducen los alimentos, se produce un cambio brusco del metabolismo de las grasas al metabolismo de los carbohidratos. Esto hace que aumente la secreción de insulina.

Las células necesitan electrolitos como el fosfato para convertir la glucosa en energía, pero el fosfato es escaso. Esto conduce a otra afección llamada hipofosfatemia (bajo contenido de fosfato).

La hipofosfatemia es una característica común del síndrome de realimentación. Otros cambios metabólicos también pueden ocurrir. Éstos incluyen:

  • niveles anormales de sodio y líquidos
  • cambios en el metabolismo de grasas, glucosa o proteínas
  • deficiencia de tiamina
  • hipomagnesemia (bajo contenido de magnesio)
  • hipocalemia (bajo contenido de potasio)

Síntomas

El síndrome de realimentación puede causar complicaciones repentinas y fatales. Los síntomas del síndrome de realimentación pueden incluir:

  • fatiga
  • debilidad
  • confusión
  • incapacidad para respirar
  • hipertensión
  • convulsiones
  • arritmias cardíacas
  • insuficiencia cardiaca
  • coma
  • muerte

Estos síntomas generalmente aparecen dentro de los 4 días posteriores al inicio del proceso de realimentación. Aunque algunas personas que están en riesgo no desarrollan síntomas, no hay forma de saber quién desarrollará los síntomas antes de comenzar el tratamiento. Como resultado, la prevención es crítica.

Factores de riesgo

Existen claros factores de riesgo para el síndrome de realimentación. Puede estar en riesgo si una o más de las siguientes declaraciones se aplican a usted:

  • Tiene un índice de masa corporal (IMC) menor de 16 años.
  • Ha perdido más del 15 por ciento de su peso corporal en los últimos 3 a 6 meses.
  • Has consumido poca o ninguna comida, o muy por debajo de las calorías necesarias para mantener los procesos normales en el cuerpo, durante los últimos 10 o más días consecutivos.
  • Un análisis de sangre ha revelado que sus niveles séricos de fosfato, potasio o magnesio son bajos.

También puede estar en riesgo si dos o más de las siguientes declaraciones se aplican a usted:

  • Tiene un IMC inferior a 18.5.
  • Ha perdido más del 10 por ciento de su peso corporal en los últimos 3 a 6 meses.
  • Has ingerido poca o ninguna comida durante los últimos 5 o más días consecutivos.
  • Tiene antecedentes de trastorno por consumo de alcohol o de ciertos medicamentos, como insulina, quimioterapia, diuréticos o antiácidos.

Si cumple con estos criterios, debe buscar atención médica de emergencia de inmediato.

Otros factores también pueden aumentar el riesgo de desarrollar el síndrome de realimentación. Puede estar en riesgo si usted:

  • tiene anorexia nerviosa
  • tiene un trastorno crónico por consumo de alcohol
  • tener cáncer
  • tiene diabetes no controlada
  • están desnutridos
  • recientemente tuvo cirugía
  • tiene antecedentes de uso de antiácidos o diuréticos

Tratamiento

El síndrome de realimentación es una afección grave. Las complicaciones que requieren intervención inmediata pueden aparecer repentinamente. Como resultado, las personas en riesgo requieren supervisión médica en un hospital o centro especializado. Un equipo con experiencia en gastroenterología y dietética debe supervisar el tratamiento.

Todavía se necesita investigación para determinar la mejor manera de tratar el síndrome de realimentación. El tratamiento generalmente implica reemplazar los electrolitos esenciales y ralentizar el proceso de realimentación.

La reposición de calorías debe ser lenta y generalmente es de aproximadamente 20 calorías por kilogramo de peso corporal en promedio, o alrededor de 1,000 calorías por día inicialmente.

Los niveles de electrolitos se controlan con análisis de sangre frecuentes. Las infusiones intravenosas (IV) basadas en el peso corporal a menudo se usan para reemplazar los electrolitos. Pero este tratamiento puede no ser adecuado para personas con:

  • insuficiencia renal
  • hipocalcemia (baja en calcio)
  • hipercalcemia (calcio alto)

Además, los fluidos se reintroducen a un ritmo más lento. El reemplazo de sodio (sal) también se puede controlar cuidadosamente. Las personas que están en riesgo de complicaciones relacionadas con el corazón pueden requerir monitoreo cardíaco.

Recuperación

La recuperación del síndrome de realimentación depende de la gravedad de la desnutrición antes de que se reintroduzca la comida. La realimentación puede tomar hasta 10 días, con monitoreo posterior.

Además, la realimentación a menudo ocurre junto con otras afecciones graves que generalmente requieren tratamiento simultáneo.

Prevención

La prevención es fundamental para evitar las complicaciones potencialmente mortales del síndrome de realimentación.

Las condiciones de salud subyacentes que aumentan el riesgo de síndrome de realimentación no siempre se pueden prevenir. Los profesionales de la salud pueden prevenir las complicaciones del síndrome de realimentación al:

  • Identificar individuos que están en riesgo
  • adaptando los programas de realimentación en consecuencia
  • tratamiento de monitoreo

panorama

El síndrome de realimentación aparece cuando los alimentos se introducen demasiado rápido después de un período de desnutrición. Los cambios en los niveles de electrolitos pueden causar complicaciones graves, como convulsiones, insuficiencia cardíaca y comas. En algunos casos, el síndrome de realimentación puede ser fatal.

Las personas que están desnutridas están en riesgo. Ciertas afecciones, como la anorexia nerviosa o el trastorno crónico por consumo de alcohol, pueden aumentar el riesgo.

Las complicaciones del síndrome de realimentación pueden prevenirse mediante infusiones de electrolitos y un régimen de realimentación más lento. Cuando las personas que están en riesgo se identifican temprano, es probable que los tratamientos tengan éxito.

El aumento de la conciencia y el uso de programas de detección para identificar a las personas en riesgo de desarrollar el síndrome de realimentación son los próximos pasos para mejorar la perspectiva.

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