Su familia y amigos tienen buenas intenciones, pero lo que dicen sobre la hepatitis C no siempre es correcto, ¡o útil!
Le pedimos a las personas que viven con hepatitis C que compartan las cosas más molestas que las personas que conocen han dicho sobre el virus. Aquí hay una muestra de lo que dijeron … y de lo que podrían haber dicho.
Al igual que otras afecciones de salud, la hepatitis C puede tener pocos (si alguno) efectos notables. En la mayoría de los casos, las personas con hepatitis C no presentan síntomas durante mucho tiempo. Pero incluso si su amigo se ve bien, siempre es una buena idea revisarlo y preguntar cómo está.
Cómo alguien contrajo el virus de la hepatitis C es un asunto personal. El virus se transmite principalmente a través de la sangre. Compartir agujas de drogas u otros materiales de drogas es la forma más común de contraer el virus. Alrededor del 50 al 90 por ciento de las personas con VIH que también usan drogas inyectables tienen hepatitis C.
Es un error pensar que las personas con hepatitis C no pueden tener una relación normal y saludable. El virus rara vez se transmite sexualmente. Esto significa que una persona con hepatitis C puede continuar participando en actividades sexuales, siempre que tenga una relación monógama.
La hepatitis C es un virus transmitido por la sangre que no se puede contraer o transmitir a través del contacto casual. El virus no se puede transmitir al toser, estornudar o compartir utensilios para comer. Hacer un esfuerzo por aprender más sobre la hepatitis C le mostrará a su amigo que le importa.
A diferencia de la hepatitis A o B, no hay vacunas para la hepatitis C. Eso no significa que la hepatitis C no sea tratable y no se pueda curar. Simplemente significa que el tratamiento puede ser más difícil. El tratamiento a menudo comienza con una combinación de medicamentos y puede durar de 8 a 24 semanas.
Alrededor del 75 al 85 por ciento de las personas que contraen hepatitis C desarrollarán una infección crónica. Si no se trata, la hepatitis C crónica puede provocar daño hepático y cáncer de hígado.
Eso no significa que tú o tu amigo deban perder la esperanza. Una nueva clase de medicamentos, llamados antivirales de acción directa, atacan al virus y han hecho que el tratamiento sea más fácil, más rápido y más efectivo.
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