¿Qué es una infección renal?
Las infecciones renales con mayor frecuencia son el resultado de una infección en el tracto urinario que se propaga a uno o ambos riñones. Las infecciones renales pueden ser repentinas o crónicas. A menudo son dolorosas y pueden poner en peligro la vida si no se tratan con prontitud. El término médico para una infección renal es pielonefritis.
Síntomas
Los síntomas de infección renal generalmente aparecen dos días después de la infección. Sus síntomas pueden variar, dependiendo de su edad. Los síntomas comunes incluyen:
- dolor en el abdomen, la espalda, la ingle o el costado
- náuseas o vómitos
- micción frecuente o la sensación de que tiene que orinar
- ardor o dolor al orinar
- pus o sangre en la orina
- orina maloliente o turbia
- resfriado
- fiebre
Los niños menores de 2 años con una infección renal pueden tener fiebre alta. Las personas mayores de 65 años solo pueden tener problemas como confusión mental y lenguaje confuso.
Si la infección no se trata con prontitud, los síntomas podrían empeorar y provocar sepsis. Esto puede ser mortal. Los síntomas de sepsis incluyen:
- fiebre
- resfriado
- respiración rápida y frecuencia cardíaca
- erupción
- confusión
Causas
Tiene dos riñones del tamaño de un puño en la parte superior del abdomen, uno a cada lado. Filtran los productos de desecho de la sangre hacia la orina. También regulan el agua y los electrolitos contenidos en la sangre. La función renal es esencial para su salud.
La mayoría de las infecciones renales son causadas por bacterias o virus que ingresan a los riñones desde el tracto urinario. Una causa bacteriana común es la Escherichia coli (E. coli). Estas bacterias se encuentran en el intestino y pueden ingresar al tracto urinario a través de la uretra. La uretra es el tubo que lleva la orina fuera de su cuerpo. Las bacterias se multiplican y se propagan desde allí a la vejiga y los riñones.
Otras causas de infecciones renales son menos comunes e incluyen:
- bacterias de una infección en otra parte de su cuerpo, como una articulación artificial, que se propaga a través del torrente sanguíneo hasta los riñones
- Cirugía de la vejiga o los riñones.
- algo que bloquea el flujo de orina, como un cálculo renal o un tumor en su tracto urinario, una próstata agrandada en los hombres o un problema con la forma de su tracto urinario
Factores de riesgo
Cualquiera puede contraer una infección renal, pero aquí hay algunos factores que lo hacen más probable:
- Infecciones del tracto urinario (ITU). Aproximadamente 1 de cada 30 infecciones urinarias conduce a una infección renal.
- Ser mujer Las mujeres tienen más riesgo que los hombres de contraer infecciones renales, porque la uretra es más corta que en los hombres. Esto facilita que las bacterias lleguen al tracto urinario. Además, la uretra en las mujeres está más cerca de la vagina y el ano, lo que permite que las bacterias se propaguen más fácilmente al tracto urinario.
- El embarazo. El tracto urinario cambia durante el embarazo y puede facilitar que las bacterias lleguen a los riñones.
- Sistema inmunitario debilitado. Esto incluye a personas con diabetes, VIH o SIDA y aquellas que toman medicamentos que inhiben el sistema inmunitario.
- Daño a la médula espinal o daño a los nervios de la vejiga. Esto podría evitar que note los signos de una infección urinaria que podría conducir a una infección renal.
- Problemas para vaciar completamente la vejiga. Esto se llama retención urinaria. También puede ocurrir en personas con espina bífida o esclerosis múltiple.
- Uso de un catéter para drenar la orina.
- Orina de respaldo. Esto es cuando su orina retrocede a uno o ambos riñones, en lugar del flujo de salida normal de una vía. Se llama reflujo vesicoureteral, y ocurre con mayor frecuencia en niños.
- Problemas con la forma de su tracto urinario.
- Examen de la vejiga con un instrumento llamado cistoscopio.
Incidencia
Existen pocas estadísticas sobre la incidencia de infecciones renales. Un estudio de 2007 informó que para las mujeres, había 12-13 casos ambulatorios y 3-4 casos de pacientes hospitalizados por cada 10.000 mujeres. Los números fueron más bajos para los hombres, con 2-3 casos ambulatorios y 1-2 casos de pacientes hospitalizados por 10.000 hombres. La mayor incidencia fue entre mujeres jóvenes, y luego fueron bebés y adultos mayores.
Ver a tu doctor
Si tiene orina con sangre o si sospecha una infección renal, consulte a su médico. También debe consultar a su médico si tiene una infección urinaria y sus síntomas no mejoran con el tratamiento.
Diagnóstico
Su médico le hará preguntas sobre su historial médico y sus síntomas. También le preguntarán sobre cualquier factor de riesgo que pueda tener y le harán un examen físico.
Algunas de las pruebas que el médico puede usar incluyen:
- Un examen rectal para hombres. Esto se puede hacer para verificar si la próstata está agrandada y bloquea el cuello de la vejiga.
- Análisis de orina. Se examinará una muestra de orina con un microscopio para detectar bacterias y también glóbulos blancos, que su cuerpo produce para combatir infecciones.
- Cultura Urina. Se cultivará una muestra de orina en el laboratorio para determinar las bacterias específicas que crecen.
- Una tomografía computarizada, resonancia magnética o prueba de ultrasonido. Estos proporcionan imágenes de sus riñones.
Tratamiento
Su tratamiento dependerá de la gravedad de su infección renal.
Si la infección es leve, los antibióticos orales son la primera línea de tratamiento. Su médico le recetará píldoras antibióticas para que las tome en casa. El tipo de antibiótico puede cambiar una vez que los resultados de sus análisis de orina sean conocidos por algo más específico de su infección bacteriana.
Por lo general, deberá continuar tomando antibióticos durante dos o más semanas. Su médico puede recetar cultivos de orina de seguimiento después de su tratamiento para asegurarse de que la infección haya desaparecido y no haya regresado. Si es necesario, puede recibir otro ciclo de antibióticos.
Para una infección más grave, su médico puede mantenerlo en el hospital para recibir antibióticos y líquidos por vía intravenosa.
Algunas veces, la cirugía puede ser necesaria para corregir un bloqueo o una forma problemática en su tracto urinario. Esto ayudará a prevenir nuevas infecciones renales.
Recuperación
Debería sentirse mejor a los pocos días de tomar antibióticos. Sin embargo, asegúrese de terminar todo el ciclo de antibióticos que le recetó el médico para que su infección no regrese. El curso habitual de antibióticos es de dos semanas.
Un historial de infecciones urinarias puede ponerlo en riesgo de futuras infecciones renales.
Para aliviar las molestias de la infección:
- Use una almohadilla térmica sobre su estómago o espalda para ayudar a reducir el dolor.
- Tome analgésicos de venta libre (OTC), como acetaminofeno (Tylenol). Su médico también puede recetarle medicamentos para el dolor si los medicamentos de venta libre no ayudan con sus síntomas.
- Beba 6-8 vasos de agua de ocho onzas al día. Esto ayudará a eliminar las bacterias en su tracto urinario. El café y el alcohol pueden aumentar su necesidad de orinar.
Complicaciones
Si su infección no se trata o se trata mal, puede haber complicaciones graves:
- Puede dañar permanentemente sus riñones y provocar una enfermedad renal crónica o, en raras ocasiones, insuficiencia renal.
- Las bacterias de los riñones podrían envenenar el torrente sanguíneo y provocar una sepsis potencialmente mortal.
- Puede desarrollar cicatrices renales o presión arterial alta, pero esto es raro.
Si está embarazada y tiene una infección renal, esto aumenta el riesgo de que su bebé tenga bajo peso.
panorama
Si goza de buena salud en general, debe recuperarse de una infección renal sin complicaciones. Es importante consultar a su médico ante los primeros signos de una infección renal para que el tratamiento pueda comenzar de inmediato. Eso puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones.