¿Alguna vez es una buena idea hacer estallar una ampolla?
Las ampollas son burbujas elevadas debajo de la capa superior de la piel que están llenas de líquido. Este líquido puede ser un líquido transparente, sangre o pus. Independientemente de con qué estén llenos, las ampollas pueden ser muy incómodas, especialmente si están en una parte de su cuerpo que usa mucho.
Probablemente hayas escuchado que es mejor dejar las ampollas en paz. Si bien esto es cierto, no siempre es práctico. Siga leyendo para saber cómo saber cuándo podría ser el momento de tomar las cosas en sus propias manos y cómo hacerlo de manera segura.
¿Debería reventar esa ampolla?
Antes de reventar una ampolla, es importante determinar primero qué tipo de ampolla tiene. Si bien todas las ampollas comparten algunas características comunes, no todas son buenas candidatas para aparecer por su cuenta.
Hacer estallar una ampolla de fricción
Las ampollas de fricción son causadas por presión repetida o frotamiento, lo que crea irritación. Se pueden formar al usar zapatos que no le quedan bien, especialmente si son demasiado ajustados. Si bien pueden formarse en cualquier área que esté expuesta a la fricción, las manos y los pies son sitios comunes.
Una vez que elimina la fuente de fricción, el líquido generalmente se drena solo en unos pocos días. Luego desarrollará una nueva capa de piel debajo de la ampolla. Una vez que la piel se ha desarrollado, la piel de la ampolla original se caerá.
Si la ampolla continúa expuesta a la fricción, puede tardar varias semanas en sanar. Mientras tanto, la ampolla puede explotar por sí misma, exudando líquido. Esto también deja a la ampolla vulnerable a la infección. Si tiene una ampolla de fricción que no puede proteger de la irritación, como una en el dedo índice de su mano dominante, puede considerar explotarla de manera segura para evitar infecciones.
Hacer estallar una ampolla de sangre
Las ampollas de sangre son ampollas de fricción que contienen una mezcla de sangre y líquido transparente. Por lo general, son rojos cuando se forman por primera vez. Con el tiempo, pueden volverse de color más púrpura. La sangre proviene de vasos sanguíneos rotos debajo del bolsillo elevado de la piel.
Si bien se ven ligeramente diferentes, las ampollas de sangre y las de fricción siguen el mismo curso de curación y pueden tratarse de manera similar. Nuevamente, solo debe reventar una ampolla de sangre si no puede evitar usar el área afectada.
Hacer estallar una ampolla de fiebre
Las ampollas de fiebre, también llamadas herpes labial, son ampollas rojas llenas de líquido. Se forman en la cara, generalmente cerca de la boca. También pueden aparecer en la nariz, dentro de la boca o en los dedos. Algunas ampollas de fiebre a menudo se forman juntas como un grupo.
Las ampollas de la fiebre son causadas por el virus del herpes simple, que se transmite fácilmente a otros a través del contacto cercano. Nunca reviente una ampolla de fiebre. No ayudará a que sane más rápido y corre el riesgo de propagar el virus a otras áreas de su piel o a otras personas.
Obtenga más información sobre por qué nunca debe reventar una ampolla de fiebre.
¿Cómo hago estallar una ampolla de forma segura?
Si tiene una fricción o una ampolla de sangre en un área de uso frecuente que tiene un alto riesgo de ruptura por sí sola, puede ser mejor reventarlo usted mismo para asegurarse de que esté adecuadamente protegido contra la infección.
Solo tenga en cuenta que las ampollas generalmente sanan por sí solas en unos pocos días. Hacer estallar una ampolla interrumpe este proceso natural, y podría significar que su ampolla tardará un poco más en desaparecer por completo. También deberá vigilarlo de cerca después de abrirlo para detectar signos de infección.
Si está buscando una solución rápida y fácil, su mejor opción es dejar que la ampolla siga su curso. Para mayor protección, puede aplicar moleskin a la ampolla. Aprende a aplicarlo.
Pero si necesita reventar una ampolla, siga estos pasos para minimizar su riesgo de infección u otras complicaciones:
- Lávese las manos y la ampolla. Lávese las manos con jabón y agua tibia. Limpie bien la superficie de la ampolla con alcohol, yodo o un antiséptico.
- Desinfectar una aguja con alcohol. Remoje una aguja durante al menos 20 segundos en alcohol para desinfectarla.
- Pinche cuidadosamente la ampolla. Haz tres o cuatro agujeros poco profundos alrededor del borde de la ampolla. Desea mantener la mayor parte de la piel intacta posible. Permita que el líquido se drene.
- Cubra la ampolla con ungüento. Aplique una pomada, como vaselina, a la ampolla.
- Aplica un vendaje. Cubra bien la ampolla con una venda o gasa. Desea que la piel intacta de la ampolla presione contra la piel subyacente.
- Repita si es necesario. Las ampollas tienden a llenarse rápidamente. Es posible que deba realizar estos pasos cada seis u ocho horas durante las primeras 24 horas. Después de eso, cambie el vendaje y aplique ungüento diariamente.
¿Cómo sé si está infectado?
Las ampollas reventadas están más abiertas a las infecciones que las ampollas que se dejan curar solas. Si hace estallar una ampolla, asegúrese de estar atento a cualquier signo de infección, como:
- pus que sale de la ampolla
- un mal olor procedente de la ampolla
- piel alrededor de la ampolla que está caliente al tacto
- dolor alrededor de la ampolla
- hinchazón alrededor de la ampolla
Obtenga más información sobre cómo reconocer una ampolla infectada.
Si nota alguno de estos signos, consulte a un médico lo antes posible para evitar que la infección se vuelva más grave. También debe hacer un seguimiento con un médico si el área no parece curarse en absoluto después de un día o dos.
La línea de fondo
Las ampollas son a menudo tentadoras de reventar, independientemente de su tamaño o ubicación. Pero esto generalmente solo prolonga el proceso de curación y aumenta el riesgo de desarrollar una infección. Pero en algunos casos, reventar una ampolla puede evitar que se rompa en condiciones menos que sanitarias. Si decide seguir esta ruta, asegúrese de hacerlo de manera segura y vigile cuidadosamente el área para detectar cualquier signo de infección.