Para empezar, no es lo mismo que la salud mental. Si bien los dos términos se usan indistintamente, la salud emocional "se centra en estar en sintonía con nuestras emociones, vulnerabilidad y autenticidad", dice la psicóloga licenciada Juli Fraga, PsyD.
Tener una buena salud emocional es un aspecto fundamental para fomentar la resiliencia, la autoconciencia y la satisfacción general.
Tenga en cuenta que tener una buena salud emocional no significa que siempre esté feliz o libre de emociones negativas. Se trata de tener las habilidades y los recursos para gestionar los altibajos de la vida cotidiana.
¿Cómo se ve en acción?
Aquí hay algunos ejemplos comunes de buena salud emocional y el impacto que puede tener.
1. Notar emociones perturbadoras cuando surgen
Esto le permite nombrarlos y procesarlos de manera saludable. Por ejemplo, puede optar por confrontar compasivamente a alguien que lo lastimó o enojó en lugar de arremeter contra ellos. O tal vez opta por establecer algunos límites saludables en el trabajo o con sus seres queridos.
2. Capturando tus propios juicios
Según Fraga, esto significa convertir esa voz interna crítica en una oportunidad para el amor propio y la compasión.
Por ejemplo, cuando te encuentras en un diálogo interno negativo, puedes preguntar:
- "Si mi hijo, pareja o mejor amigo me hablaran de esta manera, ¿cómo respondería?"
- "¿Qué hace que sea un desafío para mí tratarme de la misma manera que trato a los demás?"
3. curiosidad
La salud emocional florece cuando tienes curiosidad sobre tus pensamientos, comportamientos y sentimientos y por qué pueden surgir en ciertos momentos, dice Fraga.
Es importante poder preguntarse: "¿Por qué reacciono de esta manera?" o "¿Qué tiene mi pasado que pueda llevarme a tener una fuerte reacción a x, y y z?"
por que es tan importante?
Trabajar en nuestra salud emocional es tan importante como cuidar nuestro bienestar físico.
Y ese trabajo vale la pena con:
- Resistencia al estrés. La investigación muestra que la angustia emocional lo hace más vulnerable a las enfermedades físicas al afectar su sistema inmunológico.
- Relaciones más profundas. Cuando estás equipado con las habilidades para manejar tus emociones, es más fácil para ti conectarte con los demás y mostrar más empatía y compasión. También eres más capaz de sostener argumentos y hablar sobre tus sentimientos.
- Mayor autoestima. Tus pensamientos, sentimientos y experiencias influyen en la forma en que te sientes contigo mismo. La buena salud emocional te ayuda a ver lo mejor de ti mismo a pesar de los desafíos.
- Mas energia. Tener una actitud positiva te hace sentir más enérgico y te ayuda a concentrarte y pensar más claramente, mientras que la mala salud emocional agota tus recursos mentales y te lleva al agotamiento.
¿Cómo puedo mejorar mi salud emocional?
La salud emocional es más un proceso que una meta. Y es probable que ya esté haciendo algunas cosas que ayudan a fortalecer su salud emocional.
A medida que siga estos consejos, recuerde que la salud emocional no se trata de estar siempre de buen humor. Se trata de equiparse para lidiar con lo bueno, lo malo y todo lo demás.
1. Practica la regulación emocional
Fraga aconseja que las emociones pueden, y algunas veces, sacarán lo mejor de ti, pero aprender estrategias de afrontamiento para atenuarlas puede ayudarte a responder en lugar de reaccionar ante situaciones molestas.
Las estrategias de afrontamiento pueden incluir:
- meditación
- diario
- escuchando música
- hablando con un terapeuta
2. Ejercicio
Si estás abrumado por el estrés en el trabajo o en casa, hacer ejercicio regularmente puede ser imposible. Pero tomarse el tiempo para la actividad física puede nutrir tanto su salud emocional como su salud física, dice Fraga.
Trate de reservar 30 minutos al día para algún tipo de actividad física. Si tiene poco tiempo, encuentre trozos de tiempo de 10 o 15 minutos para dar un paseo rápido.
3. Fortalecer las conexiones sociales
Sus vínculos con los demás pueden tener efectos poderosos en su salud emocional y física. Mantenerse conectado con sus seres queridos puede proporcionar un amortiguador cuando atraviesa desafíos, Fomente estas conexiones pasando tiempo con amigos cercanos y familiares, ya sea en persona o por teléfono.
4. Ten en cuenta
Un creciente cuerpo de investigación vincula la atención plena con una menor reactividad emocional y una mayor satisfacción en la relación.
La atención plena puede ser tan simple como enfocarse en una cosa a la vez, probar una desintoxicación de las redes sociales o convertir las tareas del hogar en un descanso mental. El punto es ser consistente con su práctica de atención plena y dedicar incluso solo unos minutos a algo que disfrute.
5. Obtenga un sueño de calidad
Sacrificar el sueño te hace más vulnerable al estrés y la ansiedad.
Un estudio de 2018 descubrió que la falta de sueño conduce a pensamientos negativos más repetitivos. Estar demasiado cansado puede hacerte más reactivo emocionalmente. Esa reactividad emocional puede afectar negativamente su perspectiva, rendimiento y relaciones.
Asegúrese de ser coherente con sus horas de sueño y vigilia, así como de optimizar el entorno de su habitación para que descanse lo suficiente.
La línea de fondo
La buena salud emocional es crucial para su bienestar general. Si sientes que tus pensamientos y emociones están obteniendo lo mejor de ti, atender tus necesidades básicas, como dormir y conectarte con los seres queridos, puede ayudar.
Si eso no parece funcionar, considere trabajar con un terapeuta u otro profesional de la salud mental. Pueden ayudarlo a identificar claramente los aspectos de su salud emocional que desea mejorar y ayudarlo a elaborar un plan.