¿Pueden los adultos tener amigdalitis?
La amigdalitis afecta con mayor frecuencia a niños y adolescentes, pero los adultos también pueden desarrollarla. La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas. Las amígdalas son dos pequeñas masas de tejidos blandos que se encuentran a cada lado de la parte posterior de la garganta. Forman parte de su sistema inmunitario y ayudan a combatir los gérmenes y a prevenir infecciones.
Siga leyendo para obtener más información sobre las causas de la amigdalitis y cómo los médicos tratan la afección en adultos.
Síntomas en adultos
Los síntomas de la amigdalitis en adultos son similares a los síntomas en los niños y pueden incluir:
- dolor de garganta
- dolor al tragar
- amígdalas rojas e hinchadas
- manchas blancas o amarillas en las amígdalas
- ganglios linfáticos agrandados en el cuello
- mal aliento
- voz ronca
- dolor de oidos
- fiebre
- dolor de cabeza
- dolor de estómago
- tos
- rigidez de nuca
¿Qué causa la amigdalitis en adultos?
La amigdalitis es causada con mayor frecuencia por un virus, pero a veces las bacterias también pueden ser las culpables.
Los virus que pueden provocar amigdalitis incluyen:
- virus de la gripe
- virus del resfriado común
- virus del herpes simple
- Virus de Epstein Barr
- citomegalovirus
- adenovirus
- virus del sarampión
Las infecciones bacterianas causan amigdalitis entre el 15 y el 30 por ciento de las veces. La bacteria responsable de la faringitis estreptocócica, conocida como Streptococcus pyogenes, es la causa más común de amigdalitis bacteriana.
Si bien la amigdalitis en sí no siempre es contagiosa, los gérmenes que pueden causarla sí lo son.
¿Qué aumenta su riesgo de amigdalitis?
Los factores de riesgo para la amigdalitis incluyen la edad temprana y la exposición a gérmenes que causan infecciones virales o bacterianas.
Una razón por la cual la amigdalitis podría ser más común en niños y adolescentes es porque las amígdalas juegan un papel menor en la función inmune después de la pubertad.
Es una buena idea lavarse las manos con frecuencia y evitar compartir bebidas con otras personas si es propenso a las infecciones.
Todavía puede tener dolor de garganta e infecciones de garganta, incluso si le han extirpado las amígdalas.
Cuando buscar ayuda
Consulte a un médico si sus síntomas se vuelven severos o duran más de cuatro días sin ninguna mejora notable.
Un médico puede diagnosticar la causa de la amigdalitis haciéndole preguntas y examinando su garganta.
Es posible que también necesite que le limpien la garganta para ver si tiene una infección bacteriana. Esta prueba consiste en frotar un hisopo estéril a lo largo de la parte posterior de la garganta para obtener una muestra. Los resultados pueden tomar minutos o hasta 48 horas, dependiendo de la ubicación del laboratorio y el tipo de prueba utilizada.
En algunos casos, los médicos pueden querer realizar un análisis de sangre para verificar su recuento sanguíneo completo. Estos resultados pueden ayudar a determinar si su amigdalitis es causada por un virus o una bacteria.
¿Cómo se trata la amigdalitis?
No existe un tratamiento específico para la amigdalitis viral, pero puede ayudar a reducir los síntomas al:
- descansar mucho
- mantenerse hidratado bebiendo suficiente agua
- tomando medicamentos para aliviar el dolor, como acetaminofeno (Tylenol) o ibuprofeno (Advil, Motrin)
- hacer gárgaras con una solución de agua salada
- usando un humidificador
- comer y beber líquidos calientes o fríos, como caldos, tés o paletas
- chupando pastillas para la garganta
Su médico puede recetarle un medicamento esteroide si su respiración se vuelve difícil debido a las amígdalas inflamadas.
Si tiene amigdalitis bacteriana, su médico le recetará un antibiótico, como la penicilina.
Si no se trata la amigdalitis bacteriana, se puede desarrollar un absceso. Esto es causado por la acumulación de pus en un bolsillo en la parte posterior de la garganta. Es posible que su médico necesite drenar el absceso con una aguja, cortar y drenar el absceso o, en algunos casos, realizar una cirugía de extracción de amígdalas.
¿Deberías hacerte una amigdalectomía?
La cirugía para extirpar las amígdalas se conoce como amigdalectomía. A veces se recomienda para casos muy graves o frecuentes de amigdalitis.
La amigdalitis frecuente generalmente se define como:
- Más de siete episodios de amigdalitis en un año
- más de cuatro o cinco ocurrencias al año en cada uno de los dos años anteriores
- más de tres veces al año en cada uno de los tres años anteriores
Una amigdalectomía suele ser un procedimiento ambulatorio, lo que significa que podrá irse a casa el mismo día.
La cirugía se realiza de la misma manera en niños y adultos, pero la recuperación puede llevar más tiempo si es mayor. Los niños generalmente sanan más rápido, lo que significa que solo necesitan alrededor de una semana para recuperarse, mientras que los adultos pueden necesitar dos semanas antes de regresar al trabajo.
Los niños también pueden ser menos propensos que los adultos a experimentar complicaciones, como sangrado o dolor significativo, después del procedimiento.
No hay mucha investigación para confirmar los beneficios de la cirugía de amigdalectomía en adultos. Pero, en un estudio de 2013, los científicos de Finlandia observaron a 86 adultos con dolor de garganta recurrente. Cuarenta y seis de ellos tuvieron una amigdalectomía, y 40 no tuvieron el procedimiento.
Después de cinco meses, solo el 39 por ciento de los que tenían las amígdalas tuvieron un episodio de dolor de garganta agudo en comparación con el 80 por ciento de los que no se sometieron a la cirugía. Los adultos a quienes les extirparon las amígdalas también informaron menos visitas médicas y ausencias de la escuela o el trabajo.
Si experimenta dolor de garganta crónico o recurrente que involucra las amígdalas, hable con su médico sobre los beneficios y los riesgos de someterse a una cirugía de amígdalas.
En casos raros, sus amígdalas pueden volver a crecer después de la cirugía.
panorama
La amigdalitis es más común en niños, pero los adultos también pueden desarrollar la afección. Si desarrolla amigdalitis, una infección viral es el culpable más probable, pero también podría ser causada por una infección bacteriana.
Muchos casos de amigdalitis mejorarán por sí solos, generalmente dentro de una semana. Si su afección persiste, es grave o no responde a un tratamiento simple, hable con su médico acerca de si la cirugía es adecuada para usted.