1. Aguacates
Los aguacates son básicos en la cocina de América Central y del Sur. Técnicamente son parte de la familia de las bayas y ofrecen muchos beneficios para la salud, incluida una mejor salud del hígado.
Una revisión analizó el papel de ciertos alimentos en personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico. Los investigadores encontraron que el consumo moderado de aguacates en el marco de una dieta equilibrada se asocia con la pérdida de peso y las pruebas mejoradas de la función hepática.
Las personas que comen aguacates también tienen más probabilidades de tener índices de masa corporal (IMC) más bajos y circunferencias de cintura. Las personas también tenían niveles más altos de lipoproteínas de alta densidad (HDL) o colesterol "bueno". Se cree que algunos de estos efectos están relacionados con el alto contenido de fibra, aceite saludable y agua de los aguacates.
2. café
Su taza de café diaria puede jugar un papel aún más crítico para su salud de lo que pensaba.
Cuando se trata de la salud de su hígado, algunos estudios sugieren que el café reduce el riesgo de cirrosis, cáncer y fibrosis en el hígado. Las cantidades regulares y moderadas pueden incluso ayudar a retrasar el curso de las enfermedades hepáticas actuales.
La clave de tales beneficios es tomar café diariamente y sin cremas grasas y azúcares añadidos. En cambio, intente intercambiar leche de almendras, canela o cacao en polvo.
3. Pescado azul, como el salmón
El pescado es una alternativa a las carnes no tan saludables como los cortes grasos de cerdo y ternera. El pescado también puede proporcionar algunos beneficios subyacentes para la salud de su hígado, especialmente los tipos de pescado graso.
Según una revisión de 2015, el pescado azul como el salmón puede ayudar a reducir la inflamación y la acumulación de grasa en el hígado, al tiempo que promueve un IMC general más bajo. El pescado azul también es rico en ácidos grasos omega-3, que son buenos para la salud del corazón y el cerebro.
Los autores de esta revisión encontraron que el pescado azul era beneficioso para reducir los lípidos en la sangre cuando se consumía dos o más veces por semana. Si no puede comer pescado, los suplementos de aceite de pescado pueden ser una opción para hablar con su médico.
4. aceite de oliva
Al igual que los aguacates, se ha descubierto que el aceite de oliva ayuda a reducir la incidencia de enfermedades hepáticas y cardiovasculares cuando se consume durante un período prolongado.
Los estudios han sugerido que el aceite de oliva puede ayudar a reducir las enzimas hepáticas que conducen a la enfermedad hepática. El consumo a largo plazo de aceite de oliva puede incluso disminuir las lipoproteínas de baja densidad (LDL) o los niveles de colesterol "malo", así como los triglicéridos en la sangre.
El aceite de oliva es rico en calorías, por lo que el control de las porciones es esencial. Puede espolvorear aceite de oliva en ensaladas en lugar de aderezos grasos, saltear vegetales con él o asar vegetales de raíz en el horno con una llovizna de aceite. El aceite de oliva puede hacer que sus comidas sean más abundantes, por lo que también comerá menos calorías.
5. Nueces
Las nueces, cuando se consumen en pequeñas cantidades, son refrigerios ricos en nutrientes que también son ricos en grasas saludables. Además de mejorar la salud cardiovascular, los frutos secos también pueden ayudar a reducir la incidencia de enfermedad hepática.
De todos los tipos de nueces, las nueces son las más beneficiosas para reducir la enfermedad del hígado graso y el peso corporal general. Esto es gracias a su mayor contenido de antioxidantes y ácidos grasos. Las nueces tienen la mayor cantidad de ácidos grasos omega-6 y omega-3, además de antioxidantes polifenólicos.
6. Carbohidratos complejos
Si bien no desea que toda su dieta consista en carbohidratos, sí quiere asegurarse de estar comiendo un equilibrio de carbohidratos, proteínas y grasas saludables.
Los carbohidratos complejos son mejores que los carbohidratos simples porque se metabolizan más lentamente y evitan grandes fluctuaciones en la insulina. La insulina es una hormona involucrada en el uso de azúcar y la fabricación de proteínas.
Los carbohidratos no refinados también tienen nutrientes esenciales como el zinc y las vitaminas B, que son importantes para un hígado y un metabolismo saludables. La clave para asegurarse de seleccionar los tipos correctos de carbohidratos es asegurarse de que sean integrales. Ejemplos incluyen:
- arroz salvaje
- pan integral y pasta
- arroz integral
- avena entera
- centeno
- maíz
- bulgur
La comida para llevar
Su médico es su mejor recurso para conocer los mejores alimentos que puede comer. Por ejemplo, algunas personas con enfermedad hepática avanzada pueden no ser capaces de absorber las grasas de la dieta y pueden tener que limitar los aceites de cocina y el pescado de sus dietas. Como regla general, los alimentos integrales son los mejores para su hígado, así como para el resto de su cuerpo.
También debe comunicarse con su médico si pierde mucho peso en poco tiempo a pesar de comer alimentos aptos para el hígado. Esto podría significar que su hígado no está procesando nutrientes y calorías de manera eficiente. Su médico le aconsejará sobre cualquier cambio adicional que necesite realizar en su dieta.